miércoles, 20 de mayo de 2015

Obras, obras everywhere.

Cómo hacer cosas con palabras: Palabras y acciones (How to Do Things with Words)- JOHN AUSTIN


El propósito de este texto es poner de relieve las ideas centrales del libro de John Langshaw
Austin How to Do Things with Words una de las obras medulares en los estudios del
lenguaje que ha tenido repercusiones importantes en otras áreas de estudio y
específicamente en el campo de la comunicación. A partir de la exposición de las ideas
centrales del libro se mostrará por qué esta obra clásica en los estudios del lenguaje sigue
siendo una referencia obligada para todos aquellos interesados en el estudio del lenguaje y
la comunicación.
¡Clickeale aquí!



martes, 19 de mayo de 2015


Resultado de imagen para ludwig wittgenstein frases Ludwig Josef Johann Wittgenstein nace en Viena, Austria, el 26 de abril de 1889 fue un filósofo, matemático, lingüista y lógico austríaco, y posteriormente nacionalizado británico. Publicó el Tractatus logico-philosophicus, que influyó en gran medida a los positivistas lógicos del Círculo de Viena, movimiento del que nunca se consideró miembro. Tiempo después, el Tractatus fue severamente criticado por el propio Wittgenstein en Los cuadernos azul y marrón y en sus Investigaciones filosóficas, ambas obras póstumas. Fue discípulo de Bertrand Russell en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, donde más tarde también él llegó a ser profesor.

Ludwig creció en un hogar que proporcionaba un ambiente excepcionalmente intenso para la realización artística e intelectual. Sus padres eran aficionados a la música y todos sus hijos tuvieron dotes intelectuales y artísticas. El hermano mayor de Ludwig, Paul Wittgenstein se convirtió en un pianista concertista de fama mundial quien continuó su carrera como concertista incluso tras perder el brazo derecho en la I Guerra Mundial, motivando que Maurice Ravel compusiera para él en 1931 su famoso Concierto para piano para la mano izquierda.5 La casa de los Wittgenstein atraía a gente culta, especialmente a músicos. La familia recibía visitas frecuentes de artistas como Gustav Mahler. Toda la educación musical de Ludwig sería muy importante para él. Incluso utilizó ejemplos musicales en sus escritos filosóficos. Otra no tan afortunada herencia que pudo haber tenido fue la tendencia al suicidio: tres de sus cuatro hermanos varones se quitaron la vida.

Wittgenstein cursó sus estudios a principios del siglo XX en la escuela secundaria de Linz, la Realschule Bundesrealgymnasium Fadingerstrasse. En esa misma escuela también estudiaba por entonces Adolf Hitler. Existe una foto fechada en 1901 en la cual se puede apreciar a ambos, junto con el resto de los alumnos y uno de sus profesores, posando para la foto escolar anual. Pertenece a un libro escrito por la australiana Kimberley Cornish titulado The Jew of Linz: Wittgenstein, Hitler and Their Secret Battle for the Mind (1998). Según dicha escritora, el joven Ludwig era el niño judío al que posteriormente se referirá Adolf Hitler en su obra Mein Kampf (Mi Lucha), aunque esta teoría está en disputa.6

El primer interés intelectual de Wittgenstein no fue la filosofía sino la ingeniería. Sus estudios lo llevaron, en primer lugar, a Berlín y posteriormente a Inglaterra, a Manchester, donde se encontraba la vanguardia de la ingeniería aeronáutica. Como resultado de su primer trabajo, presentó una patente para un motor a reacción en 1911 que parece tuvo cierta influencia en el diseño futuro de los motores para helicópteros. Estando en Inglaterra se interesó por la filosofía de las matemáticas y entró en contacto con Bertrand Russell con quien comenzaría una tormentosa relación. Sin embargo este ambiente inglés es el que lanzó su carrera intelectual, con amigos como George Moore o el economista John Maynard Keynes.

Wittgenstein mantuvo una posición muy crítica sobre sus colegas filósofos e incluso sobre lo que podían opinar de él otras figuras del ámbito científico:

Me es indiferente que el científico occidental típico me comprenda o me valore, ya que no comprende el espíritu con el que escribo. Nuestra civilización se caracteriza por la palabra 'progreso'. El progreso es su forma, no una de sus cualidades, el progresar. Es típicamente constructiva. Su actividad estriba en construir un producto cada vez más complicado. Y aun la claridad está al servicio de este fin; no es un fin en sí. Para mí, por el contrario, la claridad, la transparencia, es un fin en sí.

En 1919 renunció a la parte de la fortuna familiar que había heredado cuando su padre murió. El dinero fue dividido entre sus hermanas Helene y Hermine y su hermano Paul. Ludwig insistió que le prometieran que nunca se lo devolverían.

Ludwig Wittgenstein murió en Cambridge, en casa de su médico, el doctor Bevan, el 29 de abril de 1951, tras negarse a recibir tratamiento médico contra el cáncer de próstata que sufría. Se encontraba trabajando en un manuscrito que analizaba los supuestos y condiciones de la certeza, publicado de manera póstuma por la heredera de sus trabajos, Elizabeth Anscombe, bajo el título Sobre la certeza. Se dice que sus últimas palabras fueron: "Diles que mi vida fue maravillosa". Su última voluntad fue gozar de un funeral católico.


El pensamiento filosófico de Wittgenstein suele dividirse en dos períodos: el primer período gira en torno a su primer trabajo importante, publicado en 1923: el Tractatus logico-philosophicus. Luego de su publicación, Wittgenstein dejó la filosofía, creyendo haber resuelto todos los problemas filosóficos. Varios años después, tras algunos traspiés, Wittgenstein volvió a enseñar y filosofar, pero con un espíritu muy distinto al que guió su trabajo anterior. De este segundo período resultaron las Investigaciones filosóficas, publicadas de manera póstuma en 1953. Estos dos trabajos son tan diferentes, que a veces se habla de un "primer Wittgenstein" o "Wittgenstein del Tractatus", y de un "segundo Wittgenstein" o "Wittgenstein de las Investigaciones".

JOHN AUSTIN
Resultado de imagen para john austin Nace en Lancaster, Reino Unido,el  28 de marzo de 1911 y muere en  Oxford,el  8 de febrero de 1960) fue un filósofo británico, una de las figuras más relevantes en lo que se ha dado en llamar filosofía del lenguaje. A él se debe el concepto de acto de habla.
Austin estudió en el Balliol College de Oxford.1935 empezó a colaborar en el Magdalen College. Estudioso de las lenguas clásicas, colaboró con el MI6, el Servicio de Inteligencia británico durante la Segunda Guerra Mundial. Al finalizar ésta, ocupó una plaza junto a Ludwig Wittgenstein, especializándose en la rama de filosofía del lenguaje, que fundamentalmente trata el modo en el que las palabras son utilizadas para aclarar significados. Sin embargo, el propio Austin descartó cualquier tipo de influencia de filósofos posteriores a Wittgenstein, considerándose más cercano a la filosofía del sentido común de George Edward Moore. Fue catedrático de filosofía moral en Oxford entre1952 y 1960. Se le considera miembro de la llamada escuela de Oxford, que seguía la filosofía del lenguaje peculiar. Por ello utilizó el método empírico.

Su obra más conocida, publicada póstumamente (1962) es How to Do Things with Words (Cómo hacer cosas con palabras). Este trabajo, que recoge las conferencias que Austin pronunció en el año 1955 en la Universidad Harvard, constituye la culminación de su teoría de los actos de habla, en la que estaba trabajando desde hacía varias décadas.

Austin llega a la teoría general partiendo de una teoría especial que se funda en la distinción entre lo constatativo y lo realizativo o performativo. Según él, durante mucho tiempo se había supuesto que el único fin de las emisiones era la de constatar hechos. En razón de ello, sólo podían ser verdaderos o falsos. Sin embargo Austin afirma que no todo enunciado es verdadero o falso. Una emisión lingüística es cualquier cosa que se diga.

Lo que resulta para Austin interesante de las emisiones lingüísticas es su valor de verdad. Aristóteles en "De interpretatione", analiza los componentes de las oraciones: para él son verbos y nombres. De la complementación de nombres y verbos surge el λόγος, que es una emisión lingüística compleja compuesta de nombre y verbo. No a todo tipo de emisión le conviene el valor de verdad, sino sólo al λόγος αποφαντικός o apófansis (αποφανσις). De las emisiones que no son apofánticas no se ocupa la lógica, sino la retórica. Esa actitud persistió a lo largo de los siglos.



ALGUNAS DE SUS OBRAS SON:

Otras mentes. En Austin, Ensayos filosóficos
Un alegato en pro de las excusas.
Cómo hacer cosas con palabras: Palabras y acciones (How to Do Things with Words).
Sentido y percepción


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Michael Foucautl
Vamos ven a conocer mas de nuestro autor de la semana  .....  solo dale click  .....

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domingo, 3 de mayo de 2015

ANTECEDENTES: ANÁLISIS DEL DISCURSO; HAROLD GARFINKEL


Etnomedología

El término “etnometodología” fue acuñado en el decenio de 1950 por el sociólogo norteamericano, y figura intelectual capital de la etnometodología, Harold Garfinkel. Al investigar acerca de las deliberaciones de los miembros de un jurado, Garfinkel se interesó en los procedimientos de razonamiento, a los cuales llamó “métodos", a través de los cuales fueron tomadas decisiones colectivas y se cumplieron veredictos.

Tales “métodos” no estaban basados en un conocimiento especializado o en tipos particulares de pensamiento lógico o legal; más bien, fueron expresados sobre la base del conocimiento de sentido común diario. La invención de Garfinkel del término “etnometodología” marcó el inicio de un programa de estudios dirigido a socavar las imperantes preocupaciones del funcionalismo estructural mediante explicaciones “científicas” acerca de cómo es constituido y mantenido el orden social. 

Más que la búsqueda de correctivos “científicos” o explicaciones evaluativas del orden social, los estudios en etnometodología fueron conducidos con “indiferencia etnometodológica”. Esto se logró suspendiendo (o “poniendo entre paréntesis”) las aspiraciones evaluativas y correctivas, y centrándose, más bien, en cómo los mismos miembros de la sociedad, mediante lo que dan por cierto, sus prácticas (“métodos”) del sentido común, cumplen a cabalidad el orden social. Para los etnometodologistas, el orden social, con un sentido, y la racionalidad3 son fenómenos socialmente cumplidos, que “trabajan” de manera incesante, y se cumplen local y contingentemente.


Los “etnométodos” son, entonces, los métodos propios de la gente (no de los científicos) para cumplir a cabalidad y exhibir tales fenómenos; las personas son, como Turner lo expresa, miembros de las “prácticas de producción”. La etnometodología sostiene que es el estudio de cómo las “prácticas” o los “métodos” son usados por los miembros al actuar de manera contingente, en circunstancias particulares y concretas, para crear y sustentar el orden social, lo que permite una revaloración fundamental y un entendimiento detallado de la naturaleza de ese orden. Tal “orden” es creado y conocido, no sobre la base de una matriz externa u “objetiva”, sino de manera endógena (desde el interior de actividades temporalmente ordenadas). La etnometodología, como  lo propuso, está: interesada por la cuestión de cómo, sobre el curso temporal de sus compromisos reales, y “conociendo” la sociedad solamente desde adentro, los miembros producen actividades prácticas estables, es decir, las estructuras sociales de las actividades diarias. 

El programa de la etnometodología plantea que ninguna actividad o evento (no importa lo trivial que parezca o lo insignificante que sea) puede eximirse de estudio. En un considerable y heterogéneo marco de trabajo desarrollado a lo largo de treinta años, las descripciones etnometodologistas de las “prácticas de producción” incluyen la forma en que los médicos recopilan los archivos, la forma en que se cumplen el “género” y la “etnia”, los métodos mediante los cuales los estudiosos de la conversación categorizan a las personas, cómo aprender el sonido de jazz en el piano, la forma en que los científicos construyen sus hallazgos y objetos científicos, cómo las relaciones sociales son mediadas por textos, y los procedimientos de los ingenieros de software para seguir las guías técnicas. 

En efecto, Garfinkel dio comienzo a un ataque frontal a la suposición de una realidad externa, objetiva, cuya existencia puede ser conocida y descrita independientemente de la mediación humana.Él propuso que los miembros no están simplemente en un escenario social “objetivo”; sino que, más bien, ellos, en efecto, hacen esos escenarios. Y es a través del hacer (y sólo ahí) que el orden, sentido, racionalidad y estabilidad de las actividades sociales se cumple y se hace posible. Para estudiar este logro, la etnometodología se enfoca en “el conocimiento que un miembro tiene de sus asuntos corrientes, de sus propias iniciativas organizadas, donde tal conocimiento es considerado por nosotros como parte del escenario que también hace observable”. Esto es, la cualidad observable-comunicable de las acciones,es decir, la narrabilidad de las accion, no puede estar divorciada de la forma en que los miembros las organizan y coordinan dentro de un escenario. Ni, por implicación, el escenario social puede ser considerado recurriendo a las interpretaciones analíticas a priori de los científicos

El propósito del programa de estudio que llegó a ser conocido como etnometodología fue analizar la organización social exclusivamente a partir de las “estructuras de experiencia” de los miembros, más que a partir de categorías, representaciones o esquemas deducidos “objetivamente” o “científicamente”. Es sólo mediante tales “estructuras de experiencia”, sostienen los etnometodologistas, que las actividades y eventos se reconocen como fenómenos ordenados y racionales.
HAROLD GARFINKEL

viernes, 1 de mayo de 2015

ANTECEDENTES: ANÁLISIS DEL DISCURSO; JOHN AUSTIN


     Teoría de los actos de habla

JOHN AUSTIN
 La teoría de los actos de habla es una teoría pragmática que se originó con la hipótesis de que la unidad mínima de lenguaje no sólo tiene como función ser un enunciado o una expresión, sino además realizar determinados actos o acciones, como enunciar, plantear preguntas, dar órdenes, describir, explicar, disculpar, agradecer y felicitar, entre otros. (Searle 1980: vii) El primero en presentar esta hipótesis y en plantear una teoría de los actos de habla fue J. L. Austin (1962), más tarde Searle (1990) profundizó en la materia, así como otros autores a la fecha. 

John L. Austin en  1962, con su libro How to Do Things with Words, se convirtió en el padre de la teoría de los actos de habla al ser el primero en establecer que al decir una cosa también se hacía otra, además del simple hecho de decirla, como pedir o prometer entre otras.

Esto significa que detrás de toda emisión existe una intención, en otras palabras cuando un orador pronuncia una oración ésta no sólo describe o informa algo sino que representa una acción por sí sola. En su teoría, Austin identificó que se realizaban tres actos diferentes al momento de emitir una oración: a) Acto locucionario: el acto de emitir una oración con determinado sentido o referencia, b) Acto ilocucionario: la fuerza comunicativa que acompaña a la oración, como pedir, preguntar y prometer, entre otras, c) Acto perlocucionario: el efecto en el receptor, ya sea sobre sus sentimientos, pensamientos o acciones (Geis 1995:3) Es importante mencionar que Austin se enfocó principalmente en las oraciones performativas o realizativas; éstas son emisiones que se consideran acciones o actos que determina el verbo. Estas oraciones por lo general, son afirmativas; el verbo que aparece en ellas, el verbo realizativo, está conjugado en primera persona del tiempo presente del indicativo. Además, tienen un objeto directo e indirecto opcional que corresponde a la segunda persona.

Más tarde, John Searle, retomó y perfeccionó la teoría de Austin sobre los actos de habla e hizo una extensión del análisis, en ésta, Searle propone los actos de habla, actos lingüísticos o actos del lenguaje, para estudiar algunos problemas de la filosofía del lenguaje; al mismo tiempo, establece que es importante estudiarlos ya que hablar una lengua consiste en realizar actos de habla como hacer enunciados, dar órdenes, plantear preguntas, entre otros. De acuerdo, con Searle, los actos de habla se dividen en tres y estos son los siguientes: a) Acto de emisión: la emisión de palabras, morfemas u oraciones. b) Acto proposicional: el acto de referir y predicar. c) Acto ilocucionario: el acto de preguntar, mandar, prometer, entre otros. 

JOHN SEARLE
Cabe mencionar que estos actos no se realizan por separado, sino que al realizar actos ilocucionarios característicamente se realizan actos proposicionales y de emisión. Searle también se refiere a la forma gramatical de estos actos y al respecto señala:

La forma gramatical característica del acto ilocucionario es la oración completa (puede ser una oración que conste de una sola palabra) y las formas gramaticales características de los actos proposicionales son partes de oraciones: predicados gramaticales para el acto de la predicación, y nombres propios, pronombres y ciertas frases para la referencia

El concepto del acto de emisión es bastante claro para los teóricos del discurso; sin embargo, no sucede lo mismo con los conceptos del acto proposicional e ilocucionario. Además hay algunos puntos que cabe mencionar sobre estos dos conceptos relevantes para la interpretación, por lo que se tratarán a continuación:

Actos ilocucionarios

Primero, hay que establecer que los actos ilocucionarios, como señala Searle, no los realizan las palabras sino los hablantes al emitir las palabras y esto se debe a que el orador es quien determina la fuerza ilocucionaria. Los actos ilocucionarios tienen una forma lógica típica que consiste en un contenido proposicional que se presenta con determinada fuerza ilocucionaria y son estos dos elementos los que dan al acto una estructura en sí. Cabe señalar que no todos los actos tienen un contenido proposicional, pero sí es claro que todos tienen una fuerza ilocucionaria, es decir, la fuerza comunicativa del enunciado. Los dispositivos de fuerza ilocucionaria son importantes, puesto que muestran cómo debe tomarse la proposición o “dicho de otra manera, qué fuerza ilocucionaria ha de tener la emisión; esto es, qué acto ilocucionario está realizando el hablante al emitir la oración”. De acuerdo con Searle, algunos dispositivos de la fuerza ilocucionaria en el español son el contexto, el orden de las palabras, el énfasis, la curva de entonación, la puntuación, el modo del verbo y los denominados verbos realizativos, es decir, los que hacen explícito el acto del habla que se realiza 

Searle divide los actos ilocucionarios en directos e indirectos. 

Actos ilocucionarios directos 

Los actos ilocucionarios directos son aquéllos en los que el orador emite una oración y la oración significa de manera explícita y literal lo que expresa en sí. En estos casos el orador pretende producir un efecto ilocucionario, efecto que consiste simplemente en que el receptor comprenda la emisión del orador. Este efecto se logra cuando el receptor, a través de sus conocimientos sobre las reglas que gobiernan la emisión de la oración, reconoce la intención del orador.

Actos ilocucionarios indirectos 

Searle establece que los hablantes no siempre dicen lo que quieren decir o dicen más de lo que en efecto dicen  y esto es precisamente lo que ocurre en los actos ilocucionarios indirectos; éstos son aquéllos en los que el orador emite una oración y está significa lo que se dice pero además significa algo más.
Según Searle, la mayoría de las oraciones se emiten como actos ilocucionarios indirectos.

Los actos ilocucionarios constan de actos primarios y secundarios. Los primarios son el significado no literal de la emisión del enunciado mientras que los secundarios son la emisión de la oración en su sentido literal. Un orador realiza actos ilocucionarios indirectos al basarse en el contexto o en los conocimientos que comparte con su receptor, ya sean éstos lingüísticos o extralingüísticos y al confiar en la capacidad de inferir del receptor.

Categorías de los actos ilocucionarios 

Searle retomó y perfeccionó la clasificación de Austin, ya que para él la clasificación Austiana no era una clasificación de actos ilocucionarios sino de verbos ilocucionarios. Así, en 1979 Searle estableció una clasificación de cinco categorías generales y ésta se basa en el punto ilocucionario o propósito del acto, que es parte de la fuerza ilocucionaria.
La clasificación propuesta por Searle es la siguiente:
1. de aseveración: la intención del orador es expresarle al receptor cómo son las cosas, la dirección de correspondencia es de las palabras al mundo; la condición de sinceridad, es decir, la que expresa el estado psicológico del hablante al llevar a cabo el acto de habla, es creer que la proposición es verdadera. 
2. de dirección: la intención del orador es hacer que el receptor haga algo. La dirección de correspondencia es del mundo a las palabras; la condición de sinceridad es el deseo.
3. de comisión: la intención del orador es comprometerse a realizar un acto futuro. La dirección de correspondencia es del mundo a las palabras y la condición de sinceridad es la intención.
4. de expresión: la intención del orador es expresar sus sentimientos y actitudes. No existe dirección de correspondencia, ya que, al realizar un acto de este tipo, el hablante tratará que la dirección de correspondencia sea del mundo a las palabras o viceversa. 
5. de declaración: la intención del orador es provocar un cambio en el mundo a través de sus declaraciones. La dirección de correspondencia puede ser del mundo a las palabras o al revés, no existe condición de sinceridad.

ANTECEDENTES: ANÁLISIS DEL DISCURSO; WITTGENSTEIN




El pensamiento Wittgenstiano


Ludwig Wittgenste
Wittgenstein como “revolucionario lingüístico “de la filosofía y el supresor de la metafísica. La de Wittgenstein es una filosofíavía lenguaje. El estudio del lenguaje no es un sustituto sino un método para llegar al conocimiento de la realidad. Como él mismo diría en una carta escrita al filósofo Rusell, reprochándole cierta incomprensión hacia su filosofía:



Ahora bien, me temo que no has captado realmente mi afirmación de la que toda la cuestión de las proposiciones lógicas sólo es un corolario. El punto principal es la teoría de lo que puede ser expresado por las proposiciones, esto es, por el lenguaje (y lo que viene a ser lo mismo, lo que puede ser pensado) , y lo que no puede ser expresado por proposiciones sino sólo mostrado; éste creo yo, es el problema cardinal de la filosofía.


La gran influencia que la publicación del Tractatus Logico-Philosophicu, ha tenido en el pensamiento del siglo XX, hasta el punto de que se le ha denominado la “revolución lingüística” en filosofía. La tarea del TLP es esclarecer la naturaleza y función de las proposiciones no constituye un fin en sí mismo sino un medio para arrojar luz sobre otras cuestiones. El objetivo del Tractatus, dice Wittgenstein, es trazar un límite al pensamiento, o mejor, no al pensamiento sino a la expresión de los pensamientos: pues para trazar un límite al pensamiento tendríamos que poder pensar ambos lados de ese límite.

El Tractatus es una teoría del pensamiento a través de una teoría del lenguaje; y dado que el pensamiento versa acerca de lo real, será también en último término una teoría de la realidad. El Tractatus versa sobre el isomorfismo de lenguaje y mundo, y la reducción del lenguaje a su función descriptiva. Lenguaje y mundo tienen un elemento común: su forma. Por ello el Tractatus no sólo es una reflexión sobre lógica y lenguaje, sino que supone una reflexión sobre el ser; el estudio del lenguaje se constituye como condición necesaria (pero también suficiente) del conocimiento del mundo.

Según Wittgenstein donde acaba el sentido acaba la capacidad de pensar; no se puede pensar lo que no tiene sentido o lo que no esta lingüísticamente conformado. Si se trata de situar el límite en el borde del pensamiento, nosotros tenemos que ser capaces de pensar desde los dos lados de este límite. El limite puede ser trazado nada más en el lenguaje, y lo que cuenta al otro lado de ese limite de un lenguaje es simplemente el “no ser”, la carencia de sentido. En este “primer” Wittgenstein solo tiene sentido lo que lingüísticamente puede ser formulado. No existiría nada en el pensamiento que pueda hurtarse a la condiciones de ser designado por el lenguaje; lo que no puede ser designado no puede ser pensado.

Teoría figurativa de la proposición

Toda mi tarea, dice Wittgenstein, consiste en explicar la naturaleza la proposición. Es decir, en indicar la naturaleza de todos los hechos, cuya figura es la proposición. El lenguaje es un retrato lógico de la proposición. La realidad, el mundo, es el conjunto de todos los hechos, mientras que el lenguaje constituye la totalidad de las proposiciones, cada una de las cuales describe un estado de cosas del mundo. Si bien la figura y la cosa figurada son independientes, pertenece a la esencia misma de la relación figurativa el que exista alguna semejanza entre ambas.

Si el lenguaje puede figurar la realidad es porque ambos pueden compartir la misma forma lógica. El concepto de proposición como figura lógica de la realidad implica tres elementos: a) el mundo (los hechos) como aspecto objetivo de la realidad figurativa, b) el lenguaje (las proposiciones) como su aspecto subjetivo y c) la forma lógica que media entre los dos.El mundo es todo lo que ocurre. 


Lo que ocurre, el hecho, es la existencia de estados de cosas. El estado de cosas es una combinación de objetos (asuntos, cosas). Los objetos forman la sustancia del mundo. El lado subjetivo de la relación isomórfica entre lenguaje y mundo, entre proposición y hecho, lo representa el lenguaje. En él se encuentra los elementos correspondientes a las nociones de hecho, estado de cosas y objetos. Como el mundo es el conjunto de todos los hechos, el lenguaje consiste en la totalidad de las proposiciones.


La totalidad de las proposiciones es el lenguaje. El lenguaje consta en su totalidad e proposiciones. La proposición es el retrato lógico de un hecho, una figura de él. La proposición es una figura de la realidad. La proposición elemental, afirma la existencia de un estado de cosas. Los signos simples empleados en la proposición se llaman nombres. El nombre significa objeto; el objeto es su significación. Wittgenstein no ofrece ejemplos de nombres, éstos son signos simples y primitivos para formar proposiciones elementales; el nombre denomina un objeto pero no los describe, viene a ser no un retrato sino algo como una etiqueta que le colocamos.


La función del lenguaje es afirmar o negar hecho, queda descartado el tipo de discurso no descriptivo (discurso valorativo, poético). Esta concepción da una consideración fáctica del lenguaje. La investigación sobre el lenguaje es la vía de acceso al conocimiento de lo real.

La proposición expresa lo que yo no sé, pero lo que yo tengo que conocer para poder decirla, lo muestro en ella. El sentido mostrado por la proposición es independiente de la realidad, pero para saber si lo que dice es cierto no, debemos contrastarla empíricamente, pues la proposición contiene únicamente la posibilidad de su verdad.


Entre el lenguaje y mundo se encuentra la forma lógica como elemento mediador que relaciona los otros dos y hace posible que el lenguaje hable acerca del mundo. La forma clave permite resolver el problema fundamental de la relación entre lenguaje y mundo.

El “segundo Wittgenstein”

Una vez concluido el Tractatus y convencido de haber dicho todo lo que tenía que decir, abandonó la filosofía. Después de un tiempo que atravesó por distintas actividades decidió incorporarse nuevamente a la filosofía, uno de los factores que explican este regreso está la creciente insatisfacción producida en él por las teorías expuestas en el Tractatus, insatisfacción que, por otra parte, no habría sino de acrecentarse. Este periodo llamado “filosofía del segundo Wittgenstein” se caracteriza por el abandono progresivo de las tesis fundamentales del Tractatus.


La concepción del lenguaje del segundo Wittgenstein puede resumirse en tres tesis fundamentales:


1.- El significado de las palabras y de las proposiciones es su uso en el lenguaje.

2.- Los usos se configuran en los juegos del lenguaje.

3.- Los juegos del lenguaje no comparten una esencia común sino que mantienen un parecido de familia.



En el Tractatus Wittgenstein sólo había considerado un tipo de uso del lenguaje: el uso descriptivo, representando por el modo indicativo de la proposición. El único uso que se tiene en cuenta en el lenguaje es el de representar el mundo y de ahí su naturaleza esencialmente figurativa, sin la cual no cumpliría función alguna. Habiendo tomado como modelo al lenguaje de la ciencia, el Tractatus presentaba un exclusivismo de la función descriptiva del lenguaje, que se manifestaba en dos criterios: primero en la reducción de las proposiciones a descripciones -figuras- de los hechos; en segundo lugar, en la asimilación de las palabras a nombres. Las proposiciones eran allí figuras de hechos que podían ser analizadas hasta llegar a sus componentes últimos —los nombres— correspondientes a objetos simples.

Ya en las Observaciones… se constata la existencia de diversos usos de la proposición además del indicativo, tales como el uso imperativo y el expectativo. Sin embargo, esta constatación no sólo se hace compatible sino que se presenta como apoyo a la concepción figurativa de la proposición. Aun cuando la proposición sigue siendo considerada como una figura, es algo más que eso: su sentido no se reduce a su naturaleza figurativa sino al uso que se hace de ella.






Es en las Observaciones donde surge una primera formulación de la teoría del significado como uso: el sentido de una proposición, así como el significado de una palabra, es su función, el propósito que cumple.


Juegos de lenguaje

Las palabras se definen por su uso, este se inserta dentro de un contexto de actividades de tipo tanto lingüístico como no lingüístico. Y tampoco es único ya que el lenguaje comprende una multiplicidad de funciones. Ahora bien, ¿cuál es el criterio de distinción de la multiplicidad de usos lingüísticos?, ¿cómo sabemos el uso que le toca a cada palabra en cada caso particular?. Lo que marca la distinción de usos del lenguaje son los distintos contextos en que se desarrollo. Estos contextos constituyen lo que Wittgenstein denomina “juegos de lenguaje”. Los usos del lenguaje son múltiples porque hay muchos juegos, muchos contextos donde pueden insertarse.

La expresión “juegos del lenguaje” surge a resultado de una de las comparaciones favoritas de Wittgenstein: la del lenguaje y los juegos. El autor no da una definición clara de “juegos del lenguaje”, pero sí usa muchos ejemplos. La noción “juegos del lenguaje” significa varias cosas para el autor: (a) Ciertas formas lingüísticas de carácter primitivo y simple; (b) El lenguaje ordinario junto con las actividades y realizaciones pertenecientes a él; (c) Sistemas lingüísticos parciales, entidades funcionales o contextos que forman parte de un todo orgánico.